Somos herederos del espíritu misionero de nuestro Fundador.

El compromiso con el cuidado de la casa común brota de la fe cristiana.

"Soñamos con Claret una Congregación que, a ejemplo de María, atesora en su corazón, cumple y proclama la Palabra de Dios" (QC 51).

En el marco del 60 aniversario de la encíclica Pacem in Terris (Paz en la Tierra) escrita por el Papa Juan XXIII en 1963 durante la guerra fría entre la URSS y EEUU, el Secretariado General Claretiano de Justicia Paz en Integridad de la Creación (JPIC) nos comparte una vez más la presente ficha e incentivan a difundir con nuestros grupos esta información y seguir apostando por la paz en nuestro contexto.

Con estas líneas deseo exhortarnos a todos a continuar nuestro caminar como Congregación que peregrina con la Iglesia hacia la realización de nuestro sueño.

Esta primera publicación hace referencia a la “Rerum Novarum” “sobre la condición del trabajo”.

No apaguemos los ideales trascendentes de nuestra vocación misionera siendo conscientes de que llevamos un tesoro en vasijas de barro y que vivimos situaciones difíciles como cualquier ser humano.  

Al trabajar juntos en un camino sinodal nos enriquecemos desde las diferencias en la unidad de nuestra fe, arraigados en Cristo y en nuestro carisma, para que podamos ser misioneros audaces.

Para tejer nuestros pequeños sueños en el gran Sueño de Dios para la humanidad, acojamos al Verbo para que se haga “carne” en nuestra frágil naturaleza humana manifestando el amor de Dios en el mundo mediante nuestras palabras y obras.

¡Cuánta vida irradia una comunidad misionera cuando somos capaces de crear lazos, de acoger y apreciar los talentos de los demás, y de transformar las diferencias en riquezas y los conflictos en momentos de crecimiento!