
MOSAICO VIVO | P. ROGER
- Autor: P. José Juan Tapia, CMF
R.P. Roger David Martínez Marín, CMF
29 de oct de 1946 - 20 de mar de 2019
La Iglesia siempre nos ha invitado a conmemorar a nuestros “Fieles Difuntos”. A esta invitación respondemos desde la FE en el Resucitado, porque estamos convencidos y creemos. El prefacio de difuntos nos recuerda: “la vida se transforma, no se acaba”. Por otra parte, y desde la dimensión humana todos experimentamos lo gratificante que es recordar a las personas que han ocupado un lugar importante en nuestra vida e historia personal.
En varias ocasiones escuché a Roger hacer alusión a un poster que hace algunas décadas se tenía expuesto en muchas de nuestras comunidades y a la vista de todos, con un mensaje que concluía: “los religiosos morimos sin llorarnos”. Tema que puede ser interpretado como una gracia especial que nos confirma en la certeza de la resurrección, pero también sabemos, era una crítica a la frialdad y distanciamiento que se vivía en casa, en la vida comunitaria. Afortunadamente, dicho poster fue desapareciendo, y con ello queremos pensar que hemos seguido madurando en la fe, pero ante todo que hemos crecido en fraternidad y vida en comunión. Por otra parte, decimos con toda naturalidad que no deja de dolernos la ausencia de un hermano, amigo misionero llamado a la casa del Padre. Al hacer memoria de un claretiano, lo hacemos con todo el sentimiento que genera la pérdida de la persona con la que compartimos vida y misión
No es fácil acotar sentimientos, recuerdos, memorias…, sin embargo, con pocas palabras me atrevo a decir que Roger fue una persona Joven (jovial), alegre, con mucho ánimo y entusiasmo; un hermano cercano, un buen amigo. Una persona que después de muchas y variadas experiencias… descubre, vive y ama su vocación como misionero claretiano
Me permito mencionar algunas experiencias, etapas importantes en su vida y misión:
Primero: lo conocí más de cerca cuando ocupaba el cargo de “vocacionero”, responsabilidad que ejerció con gran motivación; fue muy creativo y entusiasta
Segundo: como “formador”, fue un excelente acompañante espiritual en el proceso de crecimiento de cada joven estudiante
Tercero: como “misionero” en Santa María Zacatepec, Oax. Todos los que le conocimos (claretianos, amigos, familiares) seguramente coincidimos que fue la mejor etapa de su vida como misionero
Cuarto: Ecónomo Provincial y local. De la mima manera, siempre muy solicito, creativo, profesional, alcanzando excelentes resultados. Durante estos años de su servicio en la Administración Provincial se crearon bases importantes para lograr una sólida estructura económica y administrativa.
Finalmente, para darle un toque más familiar a su memoria y a su mismo estilo, me permito acompañar breves testimonios de algunas personas, todos ellos laicos.
Roger era un excelente ser humano. Caritativo, comprensivo, un muy buen amigo, siempre dispuesto a ayudar. Daba muy bonitos consejos y también te podía regañar si hacías las cosas mal. Siempre estuvo cuando mas lo necesitaba. Desde que lo conocí en los scouts hubo mucha empatía y duramos 50 años de amigos.
Le gustaba la música y gozábamos mucho cuando tocaba su armónica. Su risa era muy contagiosa. Daba paz en cuanto lo veías. Su forma de ser, los chistes…, cómo ayudaba a la gente
Humildad. Desprendimiento de todo lo material. Disposición a ayudar todas las personas
Era una persona que siempre escuchaba a quien se le acercara y en principio, eso era una gran ayuda. Mi gran amigo y ahora que lo pienso fue un ángel que Dios me mandó
Fue todo humildad, disposición, entrega a los demás, amistad y hermandad sin condición y lo más importante: gracias por estar en donde está por adelantado y pedir por nosotros para algún día podernos reunir con él. Nunca se imaginó que él nos hiciera tanta falta