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LA PASTORAL JUVENIL
- Autor: Prefectura de Apostolado
El quehacer de la Iglesia con los jóvenes
Desde siempre el joven tiene un papel importante en la comunidad cristiana, pues en gran medida se le ve como el “futuro de la Iglesia”. La cuestión es ¿cómo presentar al joven la propuesta de Jesús de una manera fresca y atractiva? Nos hemos contentado con repetir modelos de pastoral juvenil, sin tomar en cuenta el o los contextos en los que dichos modelos surgieron y los de ahora. Esto hace que simplemente traspasemos modelos pastorales sin respetar las realidades. Ya desde el Concilio Vaticano II va abriendo la perspectiva de una nueva manera de hacer presencia en el mundo juvenil. Tenemos que reconocer que uno de los logros en esta materia, de la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (DP), es la mentalidad de considerar a los jóvenes como uno de los sectores por los que la Iglesia está obligada a optar. Surge así la llamada opción preferencial por los jóvenes.
Realidad eclesial frente a los jóvenes
La Iglesia Católica en general ha ido perdiendo relevancia. Lo que revelan los estudios sobre la religiosidad juvenil es el escaso atractivo del triple mensaje de la Iglesia Católica (de sentido, de salvación y de comunidad moral) sobre los jóvenes.
Como hemos venido diciendo, las culturas juveniles hoy, son icónicas, dinámicas y lúdicas. Y el joven se comunica de una forma más interactiva, dialógica, participativa, no unidimensional. El lenguaje usado por lo jóvenes es predominantemente audiovisual, pero, sobre todo, sensible; es decir, golpea de forma consciente o inconsciente a los sentidos, la sensibilidad, las emociones y sentimientos. Estos aspectos debemos tenerlos en cuenta al proponer nuevas formas y maneras de evangelización juvenil.
El sector juvenil, que siempre está en constante búsqueda de su identidad, ha sido presa fácil de los sistemas políticos y sociales, de los medios de comunicación masiva y de otras instancias que buscan en cierta medida, crear falsas identidades. En la Iglesia los jóvenes son signo de esperanza.
La Pastoral Juvenil
En la Iglesia existe un espacio llamado Pastoral Juvenil. La Pastoral Juvenil es la “acción organizada de la Iglesia para acompañar a los jóvenes a descubrir, seguir y comprometerse con Jesucristo y su mensaje para que, transformados en hombres nuevos, e integrando su fe y su vida, se conviertan en protagonistas de la constitución de la Civilización del Amor” (CELAM, Civilización del Amor, Bogotá, 1995, 176). Evangelizar no es para nadie un acto individual. Sino un acto eclesial. La Evangelización de los jóvenes es pues, un desafío para toda la Iglesia. No puede considerarse sólo como una cosa de jóvenes (Cfr. Richard ARCE, Rasgos de la cultura juvenil actual, en “Umbrales. El mundo de los jóvenes”, 2ª parte, Montevideo-Uruguay, Noviembre 2000 n°112, en: http://www.chasque.apc.org/umbrales/rev112/parte2.html, 16/04/2007).
El quehacer de la Iglesia debe consistir en provocar el encuentro de Dios con el joven, el dilema es buscar los modos más apropiados, que resuenen en esta época en la que los falsos dioses prometen felicidad y bienestar temporales. La Iglesia puede ser lugar de encuentro y escucha para los jóvenes, donde la realidad de la pluralidad de culturas juveniles se percibe como un reto de tolerancia y respeto a la diversidad. Ahora, se trata no solo de reconocer las diferencias existentes, sino de reconocer al otro como diferente.
Hoy día merece especial atención la Pastoral Juvenil, que, en medio de la realidad, busca dar respuestas concretas a las necesidades de sus jóvenes.
A continuación, se mencionan algunas actividades a implementar en la Pastoral Juvenil:
- Proponer el mensaje de Jesús desde una espiritualidad del encuentro con Él, de la sencillez y del sentido antes que de normas moralizantes.
- Integrar la celebración del Sacramento de la Confirmación no como punto de término de una formación, sino como un momento articulante de la vida del joven.
- Incentivar los compromisos misioneros y solidarios de los jóvenes, reflexionando con ellos sobre las causas de los problemas sociales a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
- Proporcionar a los jóvenes, instancias de reflexión y diálogo sobre el amor y sexualidad en vistas a promover la concepción humanizadora de estas realidades.
- Extender en una acción conjunta […] el trabajo pastoral en el mundo escolar.
- Desplegar una acción que permita estar presentes en espacios y tiempos donde los jóvenes se sientan útiles y valorados.
- Apoyar la formación de pequeñas comunidades de vida en las que los jóvenes encuentren alimento para su fe y su compromiso.
- Generar en los ámbitos juveniles espacios de debate y reflexión entre jóvenes y con adultos para la búsqueda de un proyecto de sociedad con el cual los jóvenes se sientan comprometidos a ser actores relevantes.
- Promover en los jóvenes una conciencia de servicio, a partir del Evangelio que los lleve a asumir una actitud de compromiso y liderazgo en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
- Dar especial importancia a todas las instancias de formación de animadores y asesores juveniles.
- Generar espacios de acogida y apoyo a jóvenes que viven situaciones como drogadicción, embarazo adolescente, desempleo, falta de acceso a la educación, etc.
- Contribuir a superar la estigmatización de los jóvenes destacando los valores positivos de la cultura juvenil: su espontaneidad, su alegría, altruismo y solidaridad.
Adentrarnos en el vasto y complejo mundo simbólico de los jóvenes, nos plantea a la Iglesia, múltiples retos y desafíos. Urge renovar una pastoral juvenil, más sensible, que antes de pretender dar respuesta aprenda a escuchar y observar al joven, a atender con ternura a su grito desesperado en busca de identidad, comunicación, reconocimiento. Se necesita formar líderes juveniles que sean capaces de descubrir las huellas de Dios en la vida de los jóvenes; agentes de pastoral que más que hablar sean en su misma existencia testigos de la resurrección.